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Violencia obstétrica: ¿cómo afrontarla?

En las últimas décadas, se ha discutido la problemática de la violencia obstétrica y sus efectos negativos en las madres y sus recién nacidos. Investigadores con un grand master en patología ginecológica y reproducción asistida han estudiado los estándares de cuidado apropiados para asistir en la labor de parto. De esta manera, y según detallan estos expertos, se espera que en los próximos años haya transformaciones radicales en la obstetricia.

¿Qué es exactamente la violencia obstétrica?

Caroline Homer, doctora en matronería de la Universidad Tecnológica de Sídney en Australia, cita varios estudios sobre el abuso e irrespeto durante el parto. Así, identifica seis áreas claves en la violencia obstétrica: abuso físico y verbal, cuidado no confidencial, atención no dignificada, discriminación, abandono y condiciones pobres en las instalaciones. 

Homer aclara que la violencia obstétrica varía según las políticas, el contexto cultural del país y la percepción del paciente. Sin embargo, se han podido identificar en diversos estudios algunas situaciones comunes como el uso de lenguaje irrespetuoso, discriminación según el estatus socioeconómico, creencias religiosas, edad de la madre o condiciones médicas previas, falta de comunicación a los pacientes sobre los procedimientos a realizar y abandono o negligencia debido al exceso de responsabilidades asignadas a los empleados de la salud, entre otros.

Teniendo en cuenta lo anterior, la violencia obstétrica también puede presentarse manera sutil a través de comportamientos tales como ignorar las preocupaciones de la paciente o no comunicarse con esta, negar la posibilidad de un acompañante antes y durante el parto o la falta de privacidad en las instalaciones.

¿Cómo ofrecer un cuidado inclusivo y respetuoso?

Un nacimiento es una de las experiencias más memorables en la vida, por lo cual es menester que se ofrezca cuidado digno. Esto se puede garantizar de varias maneras.

Teniendo en cuenta lo anterior, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que es necesario asegurar la privacidad y confidencialidad, así como informar a los pacientes y entregar apoyo constante durante el parto y en las semanas posteriores. 

De este modo, y en primer lugar, diversas organizaciones buscan que los gobiernos generen leyes para asegurar el cuidado y el acceso a la salud para todas las personas gestantes. 

Además, Caroline Homer, doctora en matronería de la Universidad Tecnológica de Sídney en Australia, destaca la necesidad no solo de educar a los empleados de la salud en el tratamiento adecuado durante el parto, sino también ofrecer derechos laborales a enfermeros, médicos y parteros para así evitar sobrecarga laboral, que puede llevar a negligencia o abuso verbal no intencional. 

También es necesario que las instalaciones sean diseñadas de modo que las madres tengan privacidad. Esto se puede lograr a través de cortinas u otro tipo de división entre las camas.

Para la OMS es crucial la atención consensuada, de modo que es urgente que se vuelva un estándar de cuidado el informar a las pacientes de los procesos a realizar, sus implicaciones y por qué estos son necesarios. 

Del mismo modo, se debe educar a los pacientes sobre sus derechos y los comportamientos inapropiados que se han normalizado en el cuidado natal. Las instituciones médicas y los gobiernos deben facilitar la presentación de denuncias sobre violencia obstetricia para asegurarse de que no se repitan las situaciones. 

Durante años se ha discutido la necesidad de generar un sistema de salud inclusivo y que además garantice los derechos no solo de sus empleados sino también de sus pacientes. Así, el cuidado gestacional y posnatal es una parte esencial del mismo, por lo cual se debe educar al público general sobre sus problemáticas y exigir su mejora.

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