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- En una reunión organizada por los Observatorios de violencia obstétrica de América Latina, representantes de diversos países se congregaron para analizar los avances y desafíos en la visibilización y lucha contra la Violencia Obstétrica (VO) en la región.
El encuentro, que reunió a activistas y profesionales de Costa Rica, Ecuador, Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Venezuela, Bolivia y Chile, destacó la importancia de fortalecer los esfuerzos colaborativos para enfrentar esta problemática.
Javiera, en representación de OVO Chile, dio inicio a la sesión subrayando los progresos realizados en Chile, donde recientemente se aprobó la Ley 21.675, que establece medidas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, incluida la VO. No obstante, a pesar de la existencia de este marco legal, las sentencias judiciales han revelado carencias en su implementación, particularmente en casos donde se argumenta la falta de cesáreas a tiempo.
Cada país presentó su situación particular. Monserrat, desde Costa Rica, compartió que, tras un período de pausa, su equipo ha retomado las actividades en 2023, y actualmente están desarrollando una encuesta nacional para medir la incidencia de la VO. En Ecuador, Ximena Pozo y Silvana García explicaron que, si bien ha habido avances en las provincias con alta densidad indígena, el sector privado sigue siendo reticente a incorporar prácticas respetuosas en el parto. Brenda, de Argentina, relató las dificultades que han enfrentado, incluyendo múltiples ataques cibernéticos a su cuenta de Instagram, lo que ha dificultado su trabajo de visibilización. No obstante, han logrado recopilar datos valiosos a través de un relevamiento con 1,800 mujeres.
Desde Brasil, Lara destacó que, aunque la VO ha sido reconocida académicamente como una categoría de análisis, todavía existen desigualdades en la aplicación de derechos reproductivos dependiendo de la región. En Colombia, Policarpa y Valeria mencionaron que, aunque el país ha logrado avances legislativos en temas de salud sexual y reproductiva, como el parto respetado y la endometriosis, su implementación sigue siendo limitada en zonas rurales. Por su parte, América Villegas, de Venezuela, señaló que la crisis del país ha afectado gravemente el acceso a servicios de salud y a la justicia, dificultando la recopilación de datos y la activación de redes de apoyo.
Por su parte desde OVO Bolivia, se informó que su país aún no cuenta con una ley específica contra la VO, pero se está trabajando en un proyecto que esperan aprobar pronto. Actualmente, están llevando a cabo una encuesta nacional, lo que refuerza la urgencia de avanzar en este tema.
A lo largo de la reunión, se discutieron estrategias para aumentar el reconocimiento de la VO y se enfatizó la importancia de campañas de sensibilización, como «Mi parto, mi decisión», que busca visibilizar las consecuencias emocionales y psicológicas de esta forma de violencia. Se planteó la necesidad de un enfoque común en la región para fortalecer los sistemas de salud y asegurar que se respeten los derechos reproductivos de todas las mujeres.
El encuentro finalizó con el compromiso de continuar trabajando en conjunto para enfrentar los desafíos compartidos, mientras se sigue luchando por garantizar un parto respetado y libre de violencia en toda América Latina.